FOTOGRAMAS se sentó con Kristen Stewart y Taylor Lautner poco antes de que se embarcaran en una vuelta al mundo para promocionar “La Saga Crepúsculo: Eclipse”, la tercera entrega de la serie. De Sidney a Estocolmo pasando por Tokio y Seúl: el planeta entero se rinde ante las estrellas de la franquicia vampírica.
Al natural son dolorosamente tímidos. Tanto Kristen Stewart como Taylor Lautner, ella con 20 años recién cumplidos y él con tan solo 18, parecen ser lo que son: dos adolescentes llenos de dudas y con ganas de comerse el mundo. Es en Hollywood y bajo la luz de los focos cuando, convertidos en Bella Swan y Jacob Black, se apoderan de una seguridad y aplomo impropios. Ahí sí que son los herederos del mundo. Bella, llevada por un amor que va más allá de lo humano, y Jacob, poseído por una fuerza ancestral que le transforma en lobo. La ecuación se cierra con el apoyo incondicional de un público que no conoce edad. Una legión de seguidores sin fronteras de esta saga de amor y sangre que ha hecho de ambos los tres mosqueteros del Hollywood actual. ¿Hemos dicho tres? La heroína rebelde y el hombre lobo enamorado tienen en el vampiro rompecorazones, un meteórico Robert Pattinson cuya carrera ha despegado desde que encarna a Edward Cullen, el tercer vértice de un triángulo perfecto.
TAYLOR LAUTNER: No sé si me atrevería a compararnos a los tres mosqueteros, pero es cierto que entre nosotros hay una conexión .
¿Sí? ¿Qué hay en Kristen que le haga conectar con ella?
T.L.: Que Kristen es Kristen... Al igual que Bella, Kristen es una chica sencilla y que es ella misma. Alguien que no cambia de cara según con quién esté.
Kristen, después de tres películas, ¿qué puede explicar a FOTOGRAMAS de este fenómeno?
KRISTEN STEWART: Después de cientos, miles de entrevistas tengo que admitir que puede que empiece a entender cómo los vampiros funcionan como metáfora, como símbolo: sobre lo que significa la eternidad, el amor… Y que conste que nunca fui una gran aficionada al mundo de los vampiros...
T.L.: A mí tampoco me dio nunca por los vampiros. Desde luego no me gustaría ser un vampiro.
¿Mejor ser hombre lobo?
T.L.: ¿En el mundo real? Para nada. Puede que para Jacob sea un puntazo pero no es lo que se dice una bendición. Aunque bueno, siempre es mejor que ser un vampiro. Los hombres lobo me parecen más humanos que los vampiros. Són más cálidos, más entrañables. Además, tienen pulso.
¿Tiene algún punto en común con Jacob?
T.L.: No muchos. Pero el personaje me encanta. Yo intentaría controlar un poco sus golpes de genio porque hay veces que tiene problemas para controlarse.
EXPERTOS EN BESOS
Vayamos al grano. El beso.
T.L.: ¿Cuál de ellos? ¿El beso en el que me pega?
Vaya, eso suena prometedor...
T.L.: Besar a alguien y que no solo no te devuelva el beso sino que además te pegue un puñetazo está muy bien. Menos mal que el otro beso sale mejor...
Kristen, ¿con qué beso se queda? Con el de Taylor, el de Robert Pattinson o el de Dakota Fanning en The Runaways (Floria Sigismondi, 2010)?
K.S.: Son besos completamente diferentes... Con Dakota fue algo vago, algo entre amigas. Ni tan siquiera se ve tanto en el film. Los de aquí, en cambio, son impulsivos, románticos, pasionales. No pueden ser más diferentes.
La intensidad romántica de la saga hace también que toda la atención se centre en sus propias vidas.
T.L.: Pues en la mía hay poco que contar. Me encantaría poder explicar algo excitante, pero nada de nada. Cero.
Triste, ¿no?
T.L.: Estoy de acuerdo, pero si no hay nada, no hay nada.
K.S.: Cosa que nos lleva a mí, y si lo que quieres saber es si estoy saliendo con Rob, pues... verás, hace tiempo que decidí no hablar de ello. No quiero contar nada de nadie que me importe.
Taylor, ¿se ha planteado la posibilidad de salir con alguna fan?
T.L.: No es algo que rechace. No me gustaría dejar a nadie fuera de mi campo de mira. Jacob tiene mucho éxito entre las chicas de todas las edades. De 8 a 80 años. Aunque creo que sería difícil; todo encuentro con mis fans tiene tres fases. Primero gritan llenas de pasión. Después pasan al llanto incontrolado, lo que me hace sentir mal, así que intento consolarlas. Y entonces llegamos a la última fase: el desmayo y/o ataque de nervios... Entonces sí que me siento mal.
¿Cómo sería su mujer ideal?
T.L.: ¿Físicamente? No tiene que ser de una manera concreta. Valoro la honestidad, la confianza, que sea ella misma, divertida y capaz de desmelenarse cuando la ocasión lo requiere…
¿Una estrella con quien le gustaría trabajar?
T.L.: Siempre me ha gustado Jessica Alba... Así que si leyera esta entrevista, ya lo sabe.
¿Sabe que le comparan con Tom Cruise?
T.L.: ¿De verdad? Es uno de mis ídolos.
¿Y eso?
T.L.: Por cómo ha llevado su carrera, por las elecciones y decisiones que ha tomado. Me parece un tipo genial. Ha protagonizado las películas que me gustan y que me gustaría hacer.
¿Y usted, Kristen? ¿Con quién trabajaría?
K.S.: La verdad es que creo que tengo mucha suerte. Me da la impresión de que cada día trabajo con gente de mucho talento, gente que es mejor que yo. Lo que de verdad me gustaría probar es hacer otras cosas, como escribir.
ALGO MÁS QUE UNA PELÍCULA
¿Cuándo se dieron cuenta del alcance de la saga?
T.L.: Cuando estrenamos Crepúsculo (Katherine Hardwicke, 2008). Durante el rodaje no creo que ninguno supiese dónde nos habíamos metido. Estábamos trabajando en una película más. Pero esa primera convención, el Comic-Con de San Diego… fue como un enorme Big Bang.
K.S.: En ocasiones me supera. No me considero la mejor actriz del mundo, especialmente si no estoy delante de la cámara. Así que esta continua atención, tener que hablar de mí siempre, es agotador.
¿Y su evolución personal?
K.S.: He crecido con Bella. Mi simbiosis con ella es mayor que con cualquier otro de mis personajes.
T.L.: Tiene mucho que ver con interpretar el mismo personaje en una franquicia, porque así puedes seguir trabajando en él, profundizando.
¿No les afecta el continuo cambio de directores de la saga?
T.L.: Es difícil porque tú sigues interpretando el mismo personaje pero hay una persona diferente guiándote. Pero eso contribuye a mantener el reto y nos ha dado la oportunidad de trabajar con tres directores de muchísimo talento. No con uno solo.
Se dice que esta es la película más dura de la saga.
T.L.: David (Slade), el director, también trajo mucho de ese tono más tenebroso. Está en toda su obra.
K.S.: Es cosa de David, pero también se debe a la naturaleza de la historia. Hemos madurado y las cosas cada vez son más complicadas. Dan más miedo y quizá la carga sexual sea mayor.
Pero Bella sigue siendo la damisela en peligro…
K.S.: Tengo tantas ganas de llegar al siguiente film de la saga para dejar atrás a la Bella indefensa... Creo que en este he llegado a mis límites como humana inútil. Claro que luego veo pasar por maquillaje a Rob y a todo el clan Cullen y se me quitan las ganas de ser vampiro.
En La Saga Crepúsculo: Eclipse, a Jacob no le falta acción.
T.L.: No creas, en las luchas más espectaculares Jacob siempre es un lobo, así que me las pierdo todas. Cuando mis compañeros tenían que rodar las peleas yo tenía el día libre. Una pena.
VIDA Y TRABAJO
¿Y cómo es un día libre en la vida de Taylor?
T.L.: No muevo un dedo. Estoy en el sofá, viendo la tele y nada más. Es maravilloso.
¿Kristen? Su turno
K.S.: Si estoy en casa, nada mejor que despertarme con mi gato y pasarme el día tirada con él. Escuchando música y leyendo. Pero si te digo la verdad, me aburro terriblemente cuando no tengo que trabajar.
Y en el set, ¿cómo se relajan?
K.S.: Rob con la música, es un auténtico genio. La música es la experiencia sensorial que más me afecta, por eso también la utilizo para trabajar. No me canso de escuchar música.
T.L.: Yo, de música, nada... Soy el payaso del equipo. Todo lo que sea ponerle humor al rodaje es cosa mía. Christian y yo tenemos nuestro numerito para animar los tiempos muertos: ella me tira uvas y yo las pillo al vuelo con la boca. Somos un equipo perfecto.
¿Se puede ver en YouTube?
T.L.: ¡No! No soy un gran amigo de Internet. Y de Twitter, menos aún. Así que si alguien lee algún comentario mío en Twitter, Facebook o MySpace, que sepan que no soy yo. A mí me gusta conocer a mis seguidores en persona.
K.S.: Yo tampoco estoy conectada. Me siento demasiado expuesta. Lo más interesante de mí es que hago estas películas pero exhibirme más sería puro narcisismo. Y cuanto más das, más querrán. No hay forma de poner límite.
¿Y el futuro?
K.S.: La Saga Crepúsculo ha sido una gran parte de mi vida, así que cuando se acabe será un enorme capítulo el que se cierre. Pero no deja de ser un proyecto más. Más largo, que ha cambiado mi vida para siempre y gracias al cual he conocido a los mejores amigos. Será triste, muy triste. Pero seguiremos adelante.
T.L.: Siempre nos quedará espacio para seguir creciendo. Para ser mejores. Aunque en este negocio, nunca se sabe.
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